lunes, 15 de diciembre de 2014

"TODA UNA HISTORIA"

El Hotel Humboldt, ubicado en la cima del Warairarepano en Caracas, es un ícono en la arquitectura venezolana y un símbolo de la ciudad capital, gracias a su exótica ubicación y a su modernísima arquitectura.
El edificio está a una altura de 2.150 msnm y el mismo es una estructura cilíndrica que ofrece una vista de 360° en su último piso, tiene una altura de 59,5 m y cuenta con 14 pisos, 1 mezzanina y 2 sótanos que distribuyen 70 habitaciones con diferentes vistas de ambas ciudades (Caracas y La Guaira).
El edificio estaba dotado de un comedor, un mirador y unas estructuras adosadas donde se encontraban las áreas sociales del hotel: Salones, estar, dependencias administrativas, servicios y piscina cubierta. La fachada de cristal se utilizó para ayudar al calentamiento de la edificación.

La obra la completan dos tramos de teleféricos que unen al edificio con Caracas (Estación Maripérez) y la ciudad de La Guaira (Estación El Cojo), además de una pista de patinaje sobre hielo y de múltiples restaurantes.
El complejo fue iniciado en el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez y estuvo a cargo de los ingenieros Gustavo Larrazábal, Oscar Urreiztieta y la compañía venezolana Eneca. El diseño original del hotel y de la estación Ávila son del arquitecto Tomás José Sanabria, quien formó parte de la segunda generación de arquitectos venezolanos formados en el exterior e impulsores del estilo internacional en nuestro país. El paisajismo era responsabilidad de Roberto Burle Marx pero debido al corto tiempo nunca se llevó a cabo. El arquitecto Alejandro Pietri Pietri diseñó las estaciones de Maripérez y El Cojo (Macuto). El hotel y el tramo de Macuto fueron construidos por la compañía venezolana Eneca, mientras que el sistema aéreo fue responsabilidad de la firma alemana Heckel, a través de su representante Georg Jablonski, y también de la compañía alemana Saarbrucken.
Fue estrenado por el Poder Ejecutivo el 11 de diciembre de 1956 e inaugurado el 29 de diciembre del mismo año. Marcos Pérez Jiménez lo calificó como hostería de la cota 2000.


Los teleféricos empezaron a funcionar al público en diciembre del mismo año y fue entregado a la Gobernación del Distrito Capital, con la intención de incorporarlo al patrimonio turístico y de tenerlo en mantenimiento constante.
Según algunos historiadores y arquitectos el edificio tenía como propósito principal servir como punto estratégico militar, si las vías de acceso de la ciudad llegan a colapsar, ya que les permitiría movilizar a más de 800 soldados a la hora a través del teleférico, aun así el hotel no brindó servicios militares, allí tuvieron eventos de entretenimiento importantes, funcionó como escuela de turismo en los años 80, pero después de un tiempo fue prácticamente abandonado por las autoridades.

El edificio después de ser abandonado fue cuidado por el señor Francisco "Paco" López quien trabajó en el hotel desde que se inauguró y no permitía la entrada de extraños al recinto cuyo fin único era quitarle el prestigio al complejo hotelero, más tarde empezarían a crecer historias y leyendas urbanas que cuentan acerca de hechos sobrenaturales acerca del edificio y de la obra completa, que le da un toque de misticismo y atrae más al turista.
El Hotel Humboldt se hizo en 199 días, desde cero, trabajando, eso sí, 24 horas diarias en varios turnos, con un grupo de 400 personas que estuvieron viviendo en la cúspide del cerro el Ávila para lograr que se entregara esta obra acabada.

Hotel Humbolt, icono de nuestra montaña magica.

Documental ‘Hotel Humboldt, un milagro en el Ávila’, cuya realización corrió a cargo del venezolano Federico Prieto.

Aqui pueden verlo:

http://youtu.be/D7l-eX4gPSY

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